"No busques el éxito busca la felicidad" Ferrán Adría
Con esta frase el grande, Ferrán Adría, alentaba a los muchachos y muchachos de ese ya famoso concurso/programa llamado Masterchef.
Como salido de la propia boca de su coach, el mejor cocinero del mundo, con esa frase pretendía que aquel puñado de "cocineros" creyesen de nuevo el los Reyes Magos.
Tan solo hacía falta ver las caras de los finalistas, para observar que estaban pensando en la felicidad, más que en el éxito. Prueba de ello, cuando este, el cocinero, le entrega a la semifinalista un pergamino excel de un ADN de no sé que y esta por el rabillo del ojo, mirando el maletín con los cien mil euracos, en fin.
Empiezo este blog para intentar ser feliz, se de antemano que no tendré éxito, está la blogesfera como pa tenerlo.
La gastronomía está sobrada de ingredientes y falta de ética.
xD Se feliz... ya verás como todo sale bien!
ResponderEliminarEn eso estamos, gracias por escribir!
EliminarQue fácil es promulgar con frases hechas cuando uno ya ha conseguido el éxito ¿no? jajaja que gracia eso de su coach, sí seguro que esa frase la ha aprendido en alguno de esos stages de comer la moral y dar lecciones magistrales, que bien se duerme con la panza llena, suerte pinche. El Morales
ResponderEliminarYo cuando cocino no busco la felicidad...¿Tu que buscas Victor?
ResponderEliminarJe,je,je Raul, vaya putada de pregunta... yo llevo entre fogones desde los catorce años, arruiné el negocio familiar por pasión, pero siempre he sabido que la felicidad para mí, estaba más allá de la puerta del obrador. En estos momentos te diría que lo que busco es trabajo. En otra época buscaba sobre todo satisfacción, compartir y ver que lo que yo hacía, formaba parte de la felicidad de algunos.
EliminarNunca he tenido la suerte de cocinar con dos cocineros por comensal, de preparar menús degustación de a 300 o 400 o 500 0 600... la tirada, pero soy cocinero y además he sido lavaplatos, pelapatatas y mata cucarachas, eso también es la cocina.
Odio el termino chef y todas estas auras que rodean a la cocina, a fin de cuentas los comensales son cada vez menos exigentes, a pesar de lo que muchos piensen.
¿Felicidad? venga ya!
Un saludo